SOBRE WONDERFOOD
WONDERFOOD es un servicio de “tuppers” a domicilio que proporciona comidas rápidas, veganas y ecológicas, con el compromiso de ofrecer un servicio seguro, ágil y responsable. No nos conformamos con proporcionar comidas seguras, ricas y saludables; queremos hacerlo de forma eficaz, eficiente y sostenible.
Nuestro "por qué"
El origen de WONDERFOOD surge a partir de 4 pilares fundamentales. Cada uno de ellos es único, y es necesario defender su esencia para dejar un mundo mejor del que conocíamos y conocemos. Estamos viviendo aquí, y tenemos que ser responsables del impacto que generamos día tras día.
Espero que te quedes hasta el final, porque ahí van las historias (reales) del “por qué” de Wonderfood.
Medio ambiente
Animales
Familia y tradición
Salud, trazabilidad y profesión
¿Quiénes somos?
WONDERFOOD somos una familia y grupo de amigos con plena pasión por el mundo que nos rodea. Desde 2018 trabajamos juntos para crear un proyecto que responda a nuestros mismos valores sobre la ecología y sostenibilidad en el mundo de la alimentación.

DIEGO BONATI
“Se trata de cuidar nuestro planeta, de no dejarlo para después, porque después siempre es tarde”
- Medio ambiente
Me encanta viajar, bucear y explorar sitios recónditos. He tenido la gran suerte de ver y vivir experiencias maravillosas: desde un buceo profundo en el mar rojo sur (Sudan) hasta un vivac de varios días en los Andes peruanos.
Pero desgraciadamente, en todos estos sitios increíbles he visto el impacto negativo y devastador que tiene la forma en la que consumimos y nos alimentamos: contaminación de ríos y océanos, muerte masiva de barreras de coral, pérdida de biodiversidad y biomasa, agricultura intensiva e invasora de espacios naturales…
- Animales
Me encantan los animales. Los persigo por todo el mundo y nunca me decepcionan. Ver un animal en libertad y en su hábitat natural es, en mi opinión, la experiencia más enriquecedora que se puede vivir. Sentir que solo soy un animal más, que la tierra y los mares no me pertenecen, que realmente no soy nadie y que, por tanto, estoy obligado moralmente a no generar un impacto negativo en mi entorno, es una fuente de inspiración constante para llevar un estilo de vida más respetuoso con el medio natural y los animales.
Puedo decir sin vergüenza que mis gatos y mi perro me hacen una persona mejor. Su inocencia, nobleza, lealtad e instinto protector me recuerdan constantemente que quizás soy yo el que deba estar eternamente agradecido por haberme cruzado en su camino.
Por eso creo que como ser humano consciente tengo el deber de ir un paso más allá del de satisfacer mis propias necesidades; no solo debo dejar de impactar negativamente en mi entorno, sino que creo que tengo el deber moral de proteger, en la medida de lo posible, la biodiversidad que me rodea.
- Familia y tradición
Mi hermano y yo somos la tercera generación de nuestra familia que se dedica al sector de la alimentación. Mi abuelo Giorgio trabajó toda su vida en la primera fábrica de pasta de Barilla (Parma, Italia); mi padre pasó gran parte de su vida profesional en multinacionales alimentarias como Parmalat y Clesa para luego emprender su propia aventura dentro del sector con una pequeña empresa de distribución de alimentos (vendía dulces y chocolates de pequeños fabricantes italianos).
Por todo esto siempre he tenido una visión muy romántica del sector de la alimentación y no puedo evitar la necesidad irracional de emprender en un sector de gran impacto que siento como mío.
También pienso que el sector de la alimentación, el sector que siento como propio, tiene que adaptarse a los nuevos tiempos. Estamos en deuda con la sociedad y con el planeta. Todos los que nos dedicamos a la fabricación y distribución de alimentos tenemos la obligación de tratar de dejar un mundo mejor que el que encontramos.
Durante muchos años hemos sido parte del problema, y ahora debemos liderar el cambio de paradigma y apostar por un sistema alimentario sostenible de verdad.
- Salud, trazabilidad y profesión
He sido bombero especialista de la comunidad de Madrid durante más de 10 años. Me gusta llevar una vida sana y me preocupa mucho mi estado físico. Por eso siempre me ha inquietado no saber exactamente de dónde venían los alimentos que consumía (quién los producía, de qué lugar venían, cómo han sido cultivados, qué sustancias se han utilizado, etc.).
No ha sido hasta que he empezado a consumir productos de certificación ecológica que he podido controlar, en mayor medida, el origen y la calidad de mis alimentos.
Como bombero, siempre me ha preocupado la exposición constante a sustancias peligrosas y cancerígenas (humos, vapores, residuos contaminantes, etc.). Algunos estudios relevantes muestran ya una clara relación entre la profesión de bombero y algunos tipos concretos de cáncer. Es por eso que en el ámbito doméstico he tratado siempre de reducir al mínimo la exposición a otros contaminantes (como fertilizantes u otros residuos químicos) ¿Sabías que según la AESA, el 43% de los alimentos NO ecológicos contienen residuos de pesticidas?
Además, siempre he tenido muchos problemas de estómago (ardor, reflujo, gases, digestiones pesadas, etc.) y adoptar una dieta mayoritariamente basada en productos vegetales ha ayudado en gran medida a mitigar esos problemas.

SERGIO BONATI
“La humanidad se enfrenta al gran reto de salvar a nuestro planeta del colapso ambiental”
Vivimos un momento único en la historia. Cambio climático, sexta extinción de especies, escasez de agua, contaminación, deforestación, degradación de la tierra, sobreexplotación de recursos…
Desde hace varios siglos, venimos construyendo un modelo de sociedad completamente desconectado de la naturaleza, que ha conducido a nuestro planeta a un frágil estado de salud.
Es por ello que el planeta necesita que se lleve a cabo una transición ecológica que nos conduzca hacia un modelo de sociedad sostenible que priorice a la naturaleza y que garantice la supervivencia y bienestar de las sociedades humanas.
Hay tres sectores clave en la transición ecológica que son los responsables del declive ambiental que hemos propiciado durante los últimos tiempos: el sector energético, el sector transporte y el sector agroalimentario. Éstas son las tres grandes actividades económicas que mueven el mundo que conocemos hoy y las que debemos cambiar para garantizar la sostenibilidad de nuestro planeta.
Desde hace años, siendo consciente de esta realidad, el sentimiento de responsabilidad me impidió mirar hacia otro lado y, como amante del mundo natural, tomé la decisión de centrar todos mis esfuerzos en la protección de la naturaleza.
Puedo decir que descubrí la misión que la vida tenía reservada para mí ya que, si quería seguir disfrutando de aquello que tanto me gustaba, debía trabajar sin descanso para salvaguardarlo.
Desde que iniciamos el proyecto de Wonderfood, entendí que podíamos jugar un gran papel transformando el sector de la alimentación. Una oportunidad para conectar la forma en la que nos alimentamos con la preservación de la biodiversidad y el bienestar de las personas, sin renunciar a las necesidades actuales.
Con Wonderfood, aspiro a que comer sea un acto de reciprocidad con la naturaleza, en el que se lleva a cabo un intercambio de beneficios y que permita crear un estilo de vida saludable y sostenible.
No quiero seguir viendo cómo las poblaciones de animales siguen decreciendo hasta el punto en el que ver a un pájaro volar se convierta en algo excepcional. No quiero seguir viendo como bosques centenarios, que tanto han hecho por la vida en nuestro planeta, son talados indiscriminadamente. No quiero ver como un país debe abandonar sus tierras y costumbres por el incremento del nivel del mar a causa del cambio climático. No puedo seguir presenciando como nuestro planeta sufre ante nuestra mirada impasiva.
Y es que, a día de hoy, no hemos encontrado otro planeta tan hermoso como el nuestro que sea capaz de albergar la armonía, el equilibrio y la vida como lo hace la Tierra. El universo nos ha otorgado un gran poder, y un gran poder conlleva siempre una gran responsabilidad.
Tengo la esperanza de que nuestra especie sobreviva el paso del tiempo y que las generaciones futuras puedan mirar a la nuestra con orgullo por haber logrado cambiar el rumbo de nuestro destino y haber construido un mundo sostenible y resiliente. Y yo, espero haber sido parte de ese cambio.